–Sé valiente –dijo–. En la vida, en el amor y en
el sexo.
>>La
gente olvida que debe pedir caricias y besos. No pienses nunca que ése es el
coto de tu pareja del momento. Ojalá entendieras que hay que despenalizar
acciones que se relacionan con el sexo.
>>Una
caricia, un beso, solicitar el calor de una mano en el ombligo no deben ir
acompañados con el sentimiento de que eso provocará o derivará en sexo.
>>Un
abrazo no debe ser de diez segundos, ni de treinta, puede durar ocho minutos si
es necesario. Acariciar un cuerpo no debe suponer siempre sexo. Debes apreciar
la caricia como parte de tu vida. Despenalizarla de tu vida.
>>Al
igual que ríes del chiste de alguien y aceptas que sus palabras generan en ti
un sentimiento de felicidad, tampoco debes temer decirle a alguien que su piel,
sus ojos, su boca te generan otro sentimiento. Hay que despenalizar acciones
del sexo, llevarlas a la vida real, a la cotidianidad, y jamás enlazarlos con
el sexo sino con el vivir.
Albert
Espinosa
Fragmento
de Todo
lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo.