lunes, 3 de octubre de 2011

Soy un lio y a la vez lo más simple del mundo

No soy fácil, pero tampoco tan complicada. No soy de las que suelen regalar el oído así porque si, ni de las que repiten 1000 veces lo que estás deseando escuchar. No soy ese rosita que toda niña espera cual príncipe de cuento y sinceramente no creo en los cuentos, no creo en las princesas ni en los príncipes y mucho menos en los sapos que se convierten.
No soy de las que esperan que nadie les dé nada sin buscar algo a cambio, pero tampoco soy de las que da todo una y mil veces para que al final te la claven por la espalda novecientas noventa y nueve.
Soy un lio y a la vez lo más simple del mundo. No soy de las que prometen la luna porque sinceramente no llego a por ella, no soy la mas cariñosa y no digo al mes más de treinta te quiero, porque por más que lo digas no se quiere más. Soy una inestabilidad demasiado estable, no puedo prometer un mundo nuevo porque por mucho que quiera no tengo la fuerza para cambiarlo. No quiero ser una princesa de cuento, porque sinceramente me parece una auténtica gilipollez, no creo en las hadas y tampoco en nada que no haya vivido antes. Pruebo y compruebo todo, he vivido todo pero no lo esencial, soy lo que soy y en realidad no sé lo que quiero ser. Soy esa que habla de todo con todos y en tu cara a penas puedo susurrar lo que debería. Soy la que quiere compromiso pero no lo quiero a la vez, porque me parece una forma de atarse pero sin embargo me ato sin remedio. No seré la tonta que te diga que si a todo con la única esperanza de robarte un beso porque si me lo niegas, es que no sería para mí. No presto atención a todos, porque no todo me interesa, no me gusta hablar de mis sentimientos, ni de lo que pasa por mi cabeza a menudo y tampoco me gusta esa gente que dice o hace las cosas para que alguien les dé un mínimo de su tiempo, soy de la idea de conmigo quien quiera y contra mí quien pueda, pero mucho más me gusta eso de que el tiempo es sabio y pone a cada uno en su lugar.
Soy imperfecta hasta la saciedad y la saciedad es mi perfecta definición de la vida, no seré la que te prometa una vida llena de colores porque la realidad en un preciso momento los teñiría. 
Soy aquella que sin decirte nada te lo dirá todo, que sin que pidas nada sabré lo que tengo que dar, que sin decirte que si, será que si sí es lo que tiene que ser. Soy la que te construye un camino real, con sus partes buenas y partes malas, pero siempre reales y que no recorrerás solo. Soy la que te quita el aliento y el sueño, un día por lo que te hago sonreír y al siguiente porque soy un desastre. Soy la que te hará gritar, llorar y enfadarte, pero soy la que te pedirá perdón cuando sea necesario. Soy la que a pesar de no saber expresar lo que siente por miedo a ahogarse, hará que te ahogues el día que me exprese.
Soy lo que tú quieras ser conmigo.
No me pidas que lea tu mente si puedes decirme claramente lo que quieres, no esperes que te siga, espera que te acompañe o sino, acompáñame tú. No te diré que te quiero pensando que eso haría que te sintieras especial, me presentaré un día delante tuyo y te besaré porque si, y entonces serás especial, al menos para mí.
En el fondo lo único que he querido decir es que, a pesar todo ese camino que es real y que es un camino a recorrer, si quieres recorrerlo o estás seguro de que es lo que más quieres, lo haremos juntos, verás paisajes bonitos y días con nubes que tapen el sol, pero lo más importante es que sea nuevo y diferente.
Te regalo mis momentos y mis horas y si eso te sirve de algo llegaremos a lo más alto, tú y yo. Al menos por una vez esto es lo que tienes, y aunque no sea perfecto, es tuyo.

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