lunes, 26 de noviembre de 2012

Perdiste tu muchosidad


Su mirada cambió y fue a arrodillarse junto a ella.
“No eres la misma que solías ser. Solías ser mucho más muchosa. Perdiste tu muchosidad”.
- “¿Mi muchosidad?”
Y le señaló el corazón. 
- “Ahí adentro. Falta algo”.