martes, 23 de abril de 2013

Arrugas y huesos, canas y diamantes


- En una cosa tiene razón: debería sentirme culpable. Y no porque hubiesen podido darme el papel ni porque yo hubiese podido ser buena actriz; ni ellos querían, ni yo quería. Si me siento culpable es, supongo, porque dejé que él siguiera soñando cuando yo ya había dejado de soñar. Estuve engañándoles durante un tiempo porque quería pulirme un poco, pero sabía muy bien que jamás llegaría a ser una estrella de cine. Es demasiado esfuerzo; y, si eres inteligente, da demasiada vergüenza. Me falta el suficiente grado de complejo de inferioridad: para ser una estrella de cine hay que ser, según dice la gente, tremendamente narcisista; de hecho, lo esencial es no serlo en absoluto. No quiero decir que el ser rica y famosa fuera a fastidiarme. Esas son cosas que ocupan un lugar importante en mis planes, y algún día trataré de conseguirlas; pero, si las consigo, querría seguir gustándome a mí misma. Quiero seguir siendo yo cuando una mañana, al despertar, recuerde que tengo que desayunar en Tiffany's. Necesitas una copa -dijo, viendo mis manos vacías-, ¡Rusty! ¿Querrías prepararle un trago a este amigo? 


Seguía con el gato en sus brazos. 


- Pobre desgraciado -dijo, haciéndole cosquillas en la cabeza-, pobre desgraciado que ni siquiera tiene nombre. Es un poco fastidioso eso de que no tenga nombre. Pero no tengo ningún derecho a ponérselo: tendrá que esperar a ser el gato de alguien. Nos encontramos un día junto al río, pero ninguno de los dos le pertenece al otro. El es independiente, y yo también. No quiero poseer nada hasta que encuentre un lugar en donde yo esté en mi lugar y las cosas estén en el suyo. Todavía no estoy segura de dónde está ese lugar. Pero sé qué aspecto tiene. -Sonrió, y dejó caer el gato al suelo-. Es como Tiffany's -dijo-. Y no creas que me muero por las joyas. Los diamantes sí. Pero llevar diamantes sin haber cumplido los cuarenta es una horterada; y entonces todavía resulta peligroso. Sólo quedan bien cuando los llevan mujeres verdaderamente viejas. Maria Ouspenskaya. Arrugas y huesos, canas y diamantes: me muero de ganas de que llegue ese momento.

martes, 2 de abril de 2013

Te quiero con tus virtudes y tus defectos


Sabes que el tiempo pasa deprisa, o quizás lentamente, no nos damos cuenta, pero tampoco es que nos importe tanto. Las risas son el disfraz que nos ponemos con la mirada. Los gestos son los que realmente hablan. Las palabras quedan grabadas, pero nadie más lo sabe.
Nos tenemos que dar el permiso de vivir todos estos días, nos lo merecemos, las preocupaciones no deben importarnos tanto, deja que el sentido de tu vida te haga feliz y que vuelva a sacarte otra sonrisa. Pero no una sonrisa cualquiera, ni una forzada, no! una sonrisa realmente verdadera, que te den ganas de abrazarme fuerte y no separarte de mí. Me doy cuenta de todos los momentos que he vivido junto a ti y es que no los cambiaría por otra cosa. Recuerdo cada cosa que hiciste por mí y me hace pensar en que fui una estúpida por no decirte mil veces al día lo muchísimo que te quiero y lo importante que eres para mí. Veo más claro que nada ni nadie podrán separarme de ti. Y es entonces cuando me doy cuenta de que sólo quiero que estés conmigo para siempre, da igual las circunstancias que se vayan a dar a lo largo de los años, pero sólo quiero llevarte siempre conmigo. Porque después de todo este tiempo juntos, de las cosas que hemos vivido y todos los momentos juntos no quiero alejarme de ti.
Quizá no te hagas a la idea de lo muchísimo que te quiero o que no tengas en tu cabecita esquematizado lo mucho que me importas o igual, todo lo importante que eres. Pero de lo que si estoy segura es de que sabes que voy a estar aquí para siempre: Tanto como para reírnos y hacer cualquier gilipollez que como para dejarte mi hombro para llorar o estar horas y horas al teléfono aunque solo sea para escucharte.
Igual la clave para ser realmente libre es reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites. La vida, a veces te hace regalos que no tienen precio, esos que si supieras conservar, no cambiarías por nada. Para mí, uno de esos regalos eres tú, el más grande.
A veces odiamos lo que es diferente a nosotros, pero muy a menudo se debe a que tenemos miedo de lo que no conocemos, de lo que es distinto. Y es porque, en el fondo, tememos que nos guste... pero da la casualidad que siempre nos gusta lo que no nos corresponde o por decirlo así, lo que más daño nos hace. Pero para eso estamos los dos, para luchar contra todo lo que nos haga daño y para levantarnos una y otra vez, juntos.
La alegría verdadera hace nacer una sonrisa que jamás se borra. No es la alegría fruto de algún incidente o motivada por un chiste. Tampoco es la alegría que deriva de ver la tragedia de otro y reírse por no estar en su situación. La alegría verdadera es fruto de un sentimiento profundo que nace en el corazón, atraviesa el alma y alcanza el cerebro. Es lo que hace ver la verdad de la vida.
Por eso, te llevo conmigo en todo momento, tú me enseñaste lo bueno y lo malo, el lado positivo y el negativo, pero sin ninguna duda lo que si me enseñaste fue a amar de verdad.
Gracias, porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.

PD: Yo te quiero con tus virtudes y con tus defectos.

lunes, 1 de abril de 2013

La persona perfecta para mí


Conocí a la persona perfecta para mí. No es la mejor persona del mundo, pero sí es la mejor de mi mundo. Me fui dando cuenta de que no estoy con nadie más a gusto que con él, y que me encanta todo lo que tenga que ver con su persona, hasta esas miles de tonterías que él dice. Me gusta absolutamente todo. Me gusta cuando sonríe, cuando bosteza, cuando anda, cuando me mira, me gusta hasta cuando se enfada. Me gustan sus ojos, sus manos, su boca, su nariz, su pelo, su barbilla, su cuello... todo. Por eso no quiero mirar otros ojos, no quiero agarrar otras manos, no quiero acariciar otro pelo. No me importa si los hay mejores o peores, porque todo lo que quiero está en él y eso es lo que me importa, le quiero.
El mejor amor es ese que te saca una sonrisa y te deslumbra con cosas sencillas. El que te sorprende con un mensaje a mitad de la madrugada y te toma de la mano cuando menos te lo esperas. El mejor amor es el que sin exigirle nada, prefiere quedarse contigo. Es aquel con quien no tienes miedo de contarle lo más vergonzoso de tu vida. El mejor amor es ese que te pone nerviosa por su llegada pero no te incomoda. Es por ese que sientes un vacío cuando no está, y te llena otra vez cuando esta. Ese que te quiere tal cual eres. Ese que se la juega por ti.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Hola y bienvenidos


Nada dura eternamente, siempre llega un momento en el que debemos decir adiós al mundo que conocemos, adiós a todo lo que dábamos por sentado, adiós a aquellos que creíamos que nunca nos abandonarían, y cuando estos cambios se producen por fin, cuando lo conocido se ha ido y lo desconocido ha ocupado su lugar, lo único que podemos hacer es decir: hola y bienvenidos.

domingo, 20 de enero de 2013

Yo tampoco sé quererme sin ti


Si somos sinceros, el amor no es más que el hecho de quererse más a uno mismo, a través de otra persona. Así que si algún día vuelves a venir a quererte conmigo, que sepas que te sigo esperando, porque yo tampoco sé quererme sin ti.



Ernesto Pérez Vallejo

miércoles, 9 de enero de 2013

Algo especial


Debes saber que nuestra historia no es de esas que se cuentan rápido y con palabras bonitas. Que nunca hemos pretendido ser perfectos y lo nuestro no ha sido precisamente fácil, pero también sabes, tan bien como lo sé yo, que hay instantes que no se pueden comprender si no los has vivido. Hay sentimientos más grandes de lo que podemos entender y personas que te marcan más allá de lo que imaginabas en un principio, por eso sé que tienes que ser tú. Porque sé que esto es algo especial, que no hay palabras para describirlo ni mucho menos explicarlo.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Te quiero más de lo que puedo expresar...


(...) Desafortunadamente ya no soy buena para nada, y todo el mundo ha usurpado mi lugar en esta pinche vida (...)

Te quiero más de lo que puedo expresar...


Frida Kahlo