lunes, 27 de junio de 2011

¡Nunca te arrepientas de nada!

No me importa, ni lo que digas, ni lo que pienses, ni lo que puedas decir sobre mí. Porque alguien me dijo: “Nunca te arrepientas de nada de lo que hagas, si lo has hecho es porque en su momento te apetecía y eso no quiere decir que repitieras la experiencia.”

Estoy orgullosa de todo lo que he hecho en la vida y a día de hoy no me arrepiento de nada. He tenido amigos y he tenido desengaños. He dado amor y me han dado amor siempre que lo he necesitado. El daño que me han hecho ya no lo recuerdo, porque las personas que lo han hecho han quedado en el olvido. He aprendido a pasar de todo. Es una buena opción.

EN ESTA VIDA NO HAY QUE CAER BAJO, SIEMPRE HAY QUE QUEDAR POR ENCIMA, COMO EL ACEITE.

Arrepentirse es de idiotas, el que lo dijo no podría haber dado más en el clavo. Hacemos cosas a diario, cada segundo de nuestra vida está plagado de acciones. Emitimos sonidos, desperdigamos sentimientos a diestro y siniestro, hacemos y deshacemos planes para ajustarlos al tiempo del que disponemos, no podemos negar una y otra vez lo que hemos hecho, es tiempo perdido arrepentirse, quejarse de haber elegido esto o haber querido aquello.

No estamos para ir siendo idiotas por el mundo, porque de esos ya hay de sobra. De todo se aprende, y de lo que más, de aquello que has escogido un poco menos bien, y que de una forma u otra te ha hecho dudar. Reímos, lloramos. Sería misión imposible que cada movimiento realizado por nuestro cuerpo, mente o sentimientos, se ajustara perfectamente a lo que buscábamos desde un principio.

miércoles, 22 de junio de 2011

Dime con la mirada lo que nadie nunca ha sido capaz de decirme con palabras

Dedícate a mirar a la luna y observa lo bella que es, cierra los ojos y escucha como te cuento el cuento a mi manera. Sonríe sin pensar en las lágrimas que has derramado, vuela... sí, vuela... puedes hacerlo. Cógeme de la mano y no me sueltes hasta que no te lo diga, véndame los ojos y llévame al sitio de siempre. Ponme aquél fragmento de la película que tanto me gusta, tararéame nuestra canción. Písame los pies con cuidado mientras bailamos, cógeme de la cintura y abrázame con cariño. Susúrrame al oído que no me dejarás sola nunca... nunca... nunca... Regálame una rosa en un día no especial, seca mis lágrimas y ríete de mi risa, desmelénate y no tengas miedo, suéñame despierto. Cuéntame tus sueños aunque no salga en ellos, confía en mí sabes que no te fallaré, haz una cuenta atrás de los minutos que quedan para que volvamos a estar juntos, dime que me echas de menos aunque esté a tu lado. Prométeme que me besarás bajo la lluvia... no me preguntes porqué solo hazlo. Llámame cariño... Dime que me calle cuando me vaya del tema... sóplame cuando tenga calor y protégeme cuando tenga frío, háblame bajito por la noche para que duerma escuchando tu voz. Mírame a los ojos y dime con la mirada lo que nadie nunca ha sido capaz de decirme con palabras.

sábado, 18 de junio de 2011

No voy a decir que no puedo vivir sin ti. Porque puedo vivir sin ti... Pero no quiero

-¿Por qué lloras?
-Porque le echo de menos, echo de menos que se ponga celoso si otro chico me dice algo, echo de menos que luche por mí. Quiero que me diga cada día que me echa de menos y que tiene ganas de verme. Que me agarre por la cintura y me acerque a él. Que me pregunte como me ha ido el día y que le pueda decir que me ha ido bien. Echo de menos sentirme bien. Saber que hay algo en esta vida que merece la pena. Echo de menos que me haga ponerme roja. Le echo de menos, no sabe qué me pasa, y por más que me lo pregunta le digo que nada. Se me hace duro, no decirle que me muero porque me diga "te quiero princesa", y que sea verdad. Pero lo que más echo de menos es que me haga sonreír en vez de llorar.

martes, 14 de junio de 2011

Dime qué hago con esas ganas tontas que me dan de ti

Tengo ganas de abrazarte fuerte y no soltarte más, tengo ganas de decirte con la mirada lo importante que eres para mí, tengo ganas de detener los segundos y regalarte un beso eterno, tengo ganas de tus manos, tus labios, tu olor...

domingo, 12 de junio de 2011

¿Y tú, porqué te enamoraste de mi?


-Mira, voy a estar contigo ¿sabes? porque no sé cuando me enamoré de ti, ni cuánto, porque no hay metros cúbicos ni litros para medir todo eso, porque cuando andas con catarros eres bisbaporu y porque tienes un hueco aquí, entre el hombro y el pecho, y cuando pongo la cabeza es como si estuviera en casa y porque todas las fotos que tengo tuyas sales siempre sonriendo, en todas... y tú, por qué te enamoraste de mi? 

-Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te besé, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble y la hora exacta de ese beso eran las 12.10, quité la pila del reloj para que se quedase la hora detenida para siempre, parada... en el minuto exacto que me besaste, está metido en un reloj para siempre... y ya nunca sé qué hora es pero me da igual y desde entonces miro constantemente el reloj... 

-¿Sabes lo que me gustaría?, estar tumbado contigo sobre la hierba mirando la luna esa naranja algunas noches de verano y que empezara a nevar y sentir los copos en la cara y tu mano…

jueves, 9 de junio de 2011

Noche insensata, mágica y loca

Noche. Noche encantada. Noche dolorosa. Noche insensata, mágica y loca. Y luego más noche. Noche que parece no acabar nunca. Noche que, sin embargo, a veces pasa demasiado rápido.

Noche de ventanas entreabiertas para recibir un atisbo de primavera. Noche de colchas que protegen y recuerdos que dejan dudas y un sabor un poco amargo en la boca. Niki da vueltas y más vueltas. A veces, el pasado hace que las almohadas resulten incómodas. Pero ¿qué es el amor? ¿Existe alguna regla, una manera, una receta? ¿O es todo casual y sólo te queda esperar a ver si tienes suerte? (...)

Dos lágrimas resbalan despacio, casi tímidas y preocupadas por no manchar la almohada. Niki se abraza a ella. Y por un instante se siente protegida por esa colcha que la separa del mundo. Las doce y media de la noche. Niki vuelve a darse la vuelta. La almohada le resulta incómoda.

lunes, 6 de junio de 2011

Y sin embargo cuando duermo sin ti, ...contigo sueño

- Pues es una verdadera pena que no hayas vuelto a sonreír, porque tenias una sonrisa realmente bonita y tenía algo especial no se... era de esas que nunca olvidas.
- ¿Por qué?
- Porque me hacía sonreír a mí también.

jueves, 2 de junio de 2011

Por pedir, pido. Te pido

Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo.
Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo para el resto de tus días.
Por pedir, pido y preciso que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo.
Por pedir, te pido en una tarde lluviosa, dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines (para que sólo puedas abrazarte a mí), enfrente de mi película favorita… Bueno, si quieres enfrente de tu película favorita… bajo una manta que haga de telón tras el que actúen nuestras manos; marionetas manejadas por los verdaderos sentimientos. Me pido entonces tus dedos acariciando mi brazo, y mis cosquillas jugando al escondite con ellos.
Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y mojarnos los labios sin que nos vea la gente. Pido, mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte cualquier estupidez, agarrando con mi mano tu brazo, como si de un acordeón te tratases, y tu risa fuese la mejor de mis melodías.
Por pedir, pido pararnos unos segundos ante cualquier escaparate, continuar andando, y que, momentos después, me preguntes cuánto costaba ésta o aquella cosa. Entonces me pido contestarte que no lo sé, que no me fijé, porque lo único que he sido capaz de ver en el cristal ha sido tu imagen reflejada, y aquello… no tenía precio.
Por pedir, pido que me acompañes hasta el andén en el que días más tarde me estés esperando, y que mientras llega el autobús me mires con ojos tristes a la cara, aproveches mi distracción para agarrar fuerte con tus dos manos mi cinturón, en un intento por no dejarme ir, y me hagas perder todo menos la sonrisa.
Por pedir, pido un café caliente mientras espero al siguiente autobús, colocar las manos alrededor de la taza, apretando con todas mis fuerzas para captar el calor, y que tú, de un plumazo, con un movimiento rápido, de esos que no dejan tiempo para invertir en especulaciones, me eleves la temperatura de todo el cuerpo.
Por pedir, pediría siete mil peticiones más, alargaría la lista hasta quedarme sin papel, y lo reciclaría para seguir pidiendo; para seguir pidiéndote… pero no me queda más remedio que impedirme continuar, que pedirme no continuar… Paro y reparo mi lista…

Por pedir, me pido sorprenderte… que te dejes sorprender… que te guste que te sorprenda… ¿y tú?... ¿qué pides tú?