viernes, 10 de septiembre de 2010

Dreaming my dreams

Cuando parecía que podía tocarte con el corazón, que mis ilusiones completaban tus sueños, que mis dedos podían mezclarse con esas cosas blancas de algodón que hay en tu cielo (¿pueden ser nubes?), que el marrón de mis ojos se mezclaba con el verde de los tuyos y formaban una especie de fiesta de colores,... Justo entonces fue cuando me desperté... Pero los sueños nunca son un desperdicio, por algo se llaman sueños.

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