...“Y así pasan los días
y yo, desesperando,
y tú, tú contestando:
Quizás, quizás, quizás”...
La he visto llorar, reír, comer, sufrir, alterarse, feliz, correr, gritar, susurrar, enfadarse, enloquecerse.. y la mayoría de las veces ha sido a mi lado. He visto hacer todas estas cosas a un millón de personas, pero no de la misma manera que se las he visto hacer a ella, porque las hace de una manera especial…Siempre con la sonrisa en la cara y con un te quiero por decirme. Sé que suena a tontería pero ella es la persona que mejor me ha sabido querer en todo este tiempo. Con la que más comparto mis días, y con la que los quiero seguir compartiendo. Es la que me ha enseñado a hacer las cosas de la mejor manera posible.
Si. Soy yo. Aquella persona que por momentos cambia de opinión, que puede ser la persona más feliz del mundo y a la vez la más infeliz. Aquella que te puede hacer reír y llorar en cuestión de minutos. La que lo da todo por las personas que quiere y que la quieren. La que dice las cosas tal y como son, sin miedo a reproches. A la que puedes cabrear en cuestión de segundos con solo mirarla. La que actúa antes de pensar. La que hasta que no se tropieza cien veces no aprende de los errores. La que quizás un día te quiera y al siguiente no te quiera ni ver. La que puede tirarse horas y horas pensando en aquellas cosas que desea y no tiene. La risueña. La que propone calle los días de lluvia y centros comerciales los días de sol. La que le encanta escuchar y que la escuchen. La que prefiere estar con tres personas y no con treinta. La que selecciona bien las verdaderas amistades. La que da mil y una vueltas a las cosas sin importancia. La que necesita exteriorizar sus emociones para no explotar por dentro. La que nunca jamás te dirá que te quiere de verdad, pero si lo hará cuando no esté segura. La que con tal de conseguir sus objetivos, pasa por encima de lo que sea, aunque a veces sin mirar la gente a la que dejas atrás. La que siempre te contestará peor de lo que tú lo haces. La que se siente orgullosa de hacer sonreír a la gente. La que por dentro te amará, pero siempre dirá todo lo contrario para engañarse y no hacerse más daño. La que vive de las ilusiones, de las esperanzas. La que si ríe o llora, no será discretamente. La que parece fuerte, pero en el fondo siente. La que sin conocerte te juzga. La que pasa de la gente que la quiere hacer daño, es más, se ríe de ellos. La qué jamás te dejará que te hundas delante de ella. La que te advertirá millones de veces que te equivocas, aunque luego no tenga éxito. La que nunca se conforma con nada, siempre quiere más. La que te ayudará en todo lo que pueda. La que odia tener que arrastrarse por alguien, pero si le importa mucho, no lo dudes que lo hará. La que se enamora rápido, pero olvida lento. La que siente que el mundo no tiene sentido cuando esa persona desaparece de su vida. La que no valora lo que tiene. La inconformista. La que quizás por miedo o por vergüenza, nunca te dirá que te ama, por mucho que lo sienta. La que odia reconocer sus errores, pero cuando se equivoca, lo hace. La que cuando se enamora te hablará de esa persona las 24 horas del día. La que cada noche se acostará pensando en qué le deparará el día siguiente. La que quiere saberlo todo, pero luego quiere retroceder en el tiempo. La que no tiene paciencia. La que cuando no hay confianza es tímida, pero cuando la coge es la más dicharachera. La que no podrás estar con ella una tarde sin reírte. La que cuando ama, ama de verdad. La que cuando se enamora se puede tirar horas mirando la foto de la persona sin apenas inmutarse. La que lee mil veces sus conversaciones con él. Cariñosa, con personas en exceso, con otras lo justo. La sincera, pero con las que no se lo merecen puede llegar a ser la más falsa. La que adora que la mimen. La que odia los piropos baratos. La que con cosas insignificantes puede llegar a ser muy feliz.
-Porque un día podría sucederte también a ti. O a ti. O incluso a ti... -Alex señala a varias personas-. Porque puede que una mañana te levantes y te digas que estás echando a perder tu vida, que te des cuenta de que tenías algo maravilloso y que lo estás perdiendo... Y no puedes permitirlo. No puedes seguir sufriendo en silencio y vivir una vida vacía e inútil. Porque cuando conoces a la persona adecuada, la especial, la única, esa que sabes que nunca nadie podrá sustituir, entonces debes hacer un esfuerzo por reconquistarla. Incluso subir a un escenario e interrumpir la sesión de un disc-jockey, parar la música y hacer que suene tu corazón. ¿Os habéis enamorado alguna vez, os ha sucedido no pensar en otra cosa que no sea en él o ella, desear con todas vuestras fuerzas ver a la otra persona, pasar tiempo con ella, poder tenerla?¡A mí me está ocurriendo ahora!
Me gusta la espuma del mar, me gustan las galletas Cuétara, me gusta dormir y soñar; me gusta la melodía que tiene un piano al tocarlo en notas agudas, me gusta el cielo y la sensación de calor cuando me da el sol en la cara, también me gusta la brisa y el sonido de las olas; me gusta cantar, me encanta cantar. Me gustan las caricias, que me retiren el pelo, me gustan las sonrisas y las horas interminables hablando. Me gusta romper el papel por las líneas de puntos, chupar el Cola cao que se queda pegado en la cuchara. Me gusta acercar la cara a los ventiladores y gritar, me gusta correr, sentirme libre. Me gusta… me gusta explotar burbujas y que suenen como una tormenta. Me gusta reír, me gusta el color gris y el azul y el negro y el amarillo y el violeta. Me gustan todos los colores. Me gusta coger la nata con el dedo y la gente que escribe en cualquier sitio, en servilletas, cuadernos, manos, paredes… Me encanta leer y evadirme de mi realidad durante muchas horas. Me gustan los cuentos, los que acaban bien. Y también los que no. Me gustan los corazones dibujados en los árboles y el olor a primavera y a gasolina y a nuevo y a papel. Me gusta el olor de muchas comidas y el de las personas, también el recuerdo que ese olor me trae. También el olor a lluvia y a café recién hecho y a tostadas. Me gusta la gente que se besa por la calle, me gustan los atardeceres y ver amanecer. Me gustan los vestidos y los zapatos de tacón y las gafas de sol… También abrir un libro y ver fotografías viejas o entradas de cine. Me gustan las cosas pequeñas y los detalles. No me gustan las marcas pero sí las señales. Me gusta ser niña y adulta a la vez. No me gusta crecer ni tomar decisiones aunque me gusta vivir, aún con todo lo que conlleva. Me gustan mis ojos y mi nariz y mis piernas. Me gusta abrazar y que me abracen. Y el frío, me encanta el frío. Me encanta el silencio y la música. Me gustan las cosas clásicas y antiguas pero también lo moderno. Me gustan las noches, ver la Luna desde el jardín y las películas de amor.